martes, 15 de octubre de 2013

Inquietud de la huella. Sobre la poesía de Angelus Silesius, por Ángel Darío Carrero

El poeta, ensayista y traductor puertorriqueño Ángel Darío Carrero nos presenta su visión y sus versiones de la poesía del poeta germano Angelus Silesius (1624-1677). Aforismos y epigramas componen su obra. “el reino del sin porqué, que es el de la poesía”, explica Ángel Darío Carrero, es el espacio en el que se mueve la poesía de Silesius, de necesaria lectura en nuestro tiempo.

INQUIETUD DE LA HUELLA

Martin Heidegger invitaba a recordar la corta formulación de Leibniz que ha marcado la cultura racionalista de Occidente hasta hoy: «Nihil est sine ratione». Este principio, que sostiene que todo puede ser explicado racionalmente, ha alimentado la arrogancia tecno-científica moderna hasta hoy: lógica de la causa y el efecto, calculabilidad, mensurabilidad, determinismo. Ahora bien, como ha visto Gianni Vattimo, ‹‹si el mundo se reduce al resultado del experimento científico, el mundo verdadero no existe. Si el ser verdadero es solo lo planificable y calculable, el resto –los sentimientos, los miedos, los amores– todo es basura, desechos››. La persona humana, de hecho, deviene informulable, pues como observaba Paul Ricoeur, somos ese tipo de ser que nunca coincide del todo consigo mismo. Mas la insuficiencia del principio no es únicamente porque resulte falso, sino porque es injusto, pues toda pretensión de absolutidad termina traduciéndose en exclusión, en opresión humana y política. No solo la ignorancia, también la pura racionalidad termina por devorar al ser humano.

Será el mismo Heidegger quien invite a descubrir otro universo que ha intentado abrirse paso desde el exilio forzado al que lo destinó la ciencia: el reino del sin porqué, que es el de la poesía. Reino que, si bien no niega la razón, tampoco le confía, idolátricamente, todo lo que somos y esperamos. El representante de esta ruta salvadora es el médico, poeta y místico del siglo XVII alemán, Angelus Silesius. Sus palabras, insiste Heidegger, hablan francamente en sentido contrario al pensamiento de Leibniz: ‹‹Die Rose ist ohne warum››. Que en nuestro vernáculo suena hemosamente: “La rosa es sin porqué florece porque florece. No se presta atención a sí misma. No pregunta si alguien la ve”.

Silesius era particularmente sensible a vivencias que no podía expresar ni con el lenguaje dogmático de la ciencia, ni tampoco con el lenguaje del mundo religioso apologético luterano de su entorno. Silesius aprendió, en el exilio de las verdades clausuradas, a bucear en el mar de sí mismo: ¡y descubrió la rosa! La rosa de nadie (Paul Celan) que es, por lo mismo, la rosa de todos.

La magia atrayente de Silesius es que abre la puerta de lo inexplicable, pero no por la trampa de una nueva argumentación, sino por la ruta que completa y equilibra al ser humano: la de la poesía. Jorge Luis Borges se percató de ello con su agudeza habitual: ‹‹Imaginemos que un poeta dice que la belleza es inexplicable, no habría dicho nada, pero si ese poeta, que sería el gran poeta alemán Angelus Silesius dice Die Rose ist ohne warum,  ya está creando poesía››. El poeta surge como cultivador de grietas. El que es capaz – como dice bellamente Roberto Juarroz– de ‹‹fracturar la realidad aparente para captar lo que está más allá del simulacro››.

Este verso de Silesius se encuentra en su célebre obra en seis libros, “El peregrino querubínico”, conjunto de epigramas que Jacques Lacan celebró como ‹‹uno de los momentos más significativos de la meditación humana sobre el ser…, más rico en resonancias que “La noche oscura” de San Juan de la Cruz, que todo el mundo lee y nadie comprende››. Lacan, aconseja enfáticamente que quien quiera salir de la superficialidad de la conciencia, mediante el análisis: ‹‹que se procure las obras de Angelus Silesius››. El filósofo deconstructivista Jacques Derrida se acerca también a Silesius desde la experiencia intransferible y misteriosa de la muerte. Confiesa que frente a su madre moribunda leía “El peregrino querubínico”. Dice algo revelador para nuestros tiempos: ‹‹es la literatura idónea para el desierto o el exilio››. ¿No somos hoy, todos, sujetos sin patria segura bajo los pies?

Mi más reciente libro, Inquietud de la huella. Las monedas místicas de Angelus Silesius (con prólogo de Juan Martín Velasco), publicado este año en la Editorial Trotta de Madrid, ofrece un amplio repertorio de referencias desde Leibniz hasta hoy, que permitirá rastrear la huella,  prácticamente desconocida, de este poeta incomparable al interior del pensamiento occidental; y también nos permitirá corroborar interesantes confluencias en el ámbito oriental.  Pero Inquietud de la huella es, ante todo, un ejercicio dentro del territorio mismo de la poesía, una recreación de la propuesta poética de Silesius a partir de una de sus expresiones más esplendorosas: el Libro I de El peregrino querubínico.  Pueden llamarse también, a sugerencia del poeta concretista brasileño, Augusto de Campo, “intraducciones”, ejercicio mediante el cual un poeta recrea a otro  desde una orientación intersemiótica más próxima a la factura de sus propios poemas, sin robar el sentido inscrito en el original.

Mi secreta utopía es que esta recreación poética de Silesius acerque al lector contemporáneo a la ejemplar conclusión de alguien que se dejó seducir por la magia de Silesius, Ludwig Wittgenstein: «El impulso hacia lo místico (yo añadiría, hacia lo poético) procede de la no satisfacción de nuestros deseos por parte de la ciencia. Sentimos que incluso cuando quedan respondidas todas las cuestiones científicas posibles, nuestro problema sigue sin haber sido tocado en absoluto. Sin duda ya no queda entonces ninguna pregunta más; y justamente esa es la respuesta».

Comparto con el público lector un puñado de poemas (el libro contiene 302). Escojo entre los más breves y contundentes:

16.

si no quieres llevarme

más allá de ti


te forzará mi amor


43.



amo

una sola cosa


no sé lo que es


y porque no sé


la elijo


57.


mis pies tullidos y vacilantes

mis ojos nublados


cuando mejor te veo


71.



no es tan fácil amar

tal y como haces tú


ser yo mismo el amor


91.


no necesito darte las gracias

no se interpondrán

entre nosotros

los obstáculos de la debilidad


97.

 estoy tan unido a ti

que no puedes condenarme



a no ser que te arrojes conmigo

a las llamas y a la muerte


154.

al que sea claro

como la luz


puro

como la fuente


lo elegirás

para hacerlo tuyo


me pregunto

¿qué harás conmigo?


169.


añoro la sabiduría

estar inmerso en tu paz

poseer la beatitud


infinita mi ambición


pero los sabios no desean nada



Datos vitales

Ángel Darío Carrero es uno de los más destacados escritores de la generación del ochenta del Caribe. Entre sus libros publicados por la editorial Trotta se hallan sus poemarios: Llama del agua (2001, con prólogo de Luce López-Baralt), Perseguido por la luz (2008) en Inquietud de la huella (2012). También coordinó la edición crítica del Canto de la locura, del poeta Francisco Matos Paoli (Ed. Terranova, San Juan 2005). Fue co-guionista, junto a Ivonne Belén, del documental cinematográfico Julia, toda en mí (Paradiso Fims, 2002), ganador de varios premios e inspirado en las cartas inéditas de la poeta Julia de Burgos. Editó, junto a la escritora Mayra Santos-Febres, la antología de relatos En el ojo del huracán, (Ed. Norma, Colombia 2011). Fue editor del libro de crónicas, junto a Luis Rafael Sánchez, Ana Lydia Vega, Edgardo Rodríguez Juliá, Mayra Montero y otros, País nuestro. Crónicas puertorriqueñas de actualidad, Ed. El Nuevo Día, San Juan 2012.  Sus textos sirvieron de base para la exposición El lenguaje de los pájaros, de los artistas abstractos radicados en Nueva York, Ivelisse Jiménez y Fernando Colón (Museo de Arte Contemporáneo, 2008). Consuelo Gotay, célebre por sus libros de artista en torno a los poetas del Caribe (Aime Cesaire, Nicolás Guillén, Pedro Mir, Luis Palés Matos, etc.), se basó en sus poemas para su más reciente trabajo: Para que sepas (2011). Su poesía ha sido musicalizada e interpretada por los cantantes Nydia Caro, Danny Rivera y Tony Croatto. Fue galardonado recientemente con el Premio Nacional de Periodismo Bolívar Pagán del Instituto de Literatura Puertorriqueña por sus entrevistas a figuras del ámbito cultural internacional. Tiene en prensa su libro de más de 20 años de entrevistas, bajo el título Linderos de la utopía. Es teólogo residente de la Escuela Graduada de teología (CEDOC) de la Universidad Central de Puerto Rico. Es columnista habitual y miembro de la Junta Editorial del principal periódico puertorriqueño El Nuevo Día. Participó en la Feria del libro de Guadalajara 2012 en Latinoamérica Viva, proyecto que presenta a los escritores más relevantes del momento.

No hay comentarios.:

Poesía del turco Hasan Erkek

Fuente: Revista Cardenal A los que fueron quemados en Sivas1 ENDECHA PARA TRES VOCES DEDICADAS A LAS GRULLAS2 Aquí van subiendo gritos desde...