miércoles, 8 de agosto de 2007

El futuro libro de Carolina Patiño por Augusto Rodríguez


La primera vez que leí unos poemas de Carolina fueron después de haber ganado el concurso de poesía Buseta de papel 2004, donde los jurados (la poeta Sonia Manzano, el artista Freddy Russo y la catedrática Norma Véliz) dieron por unanimidad a Carolina Patiño como ganadora entre decenas de estudiantes de varios colegios de la ciudad. Recuerdo haber leído los poemas premiados, y sin duda, tenían una fuerza, un erotismo y una intensidad muy poco común en nuestra ciudad y menos para alguien de su corta edad.

Posteriormente la invité a asistir a los eventos y reuniones de Buseta de papel y ahí nos fue enseñando los primeros borradores y esbozos de lo que sería años después su primer libro Atrapada en las costillas de Adán. Y ahora que he vuelto a leer y revisar su poemario inédito me encuentro nuevamente con una obra madura, desgarradora, inigualable. Aquí el Yo poético está muy cercano a la biografía de la autora. Hay un gran lazo entre vida y obra en este nuevo poemario. Sus líneas básicas el dolor, la locura, la infancia y el suicidio.

Carolina Patiño (Guayaquil, Ecuador, 1987-2007) es una de las grandes jóvenes poetas de esta ciudad y una de las más valiosas del país. Su poesía tiene la fuerza de una Sonia Manzano, el erotismo de una Aleyda Quevedo y un desgarramiento al mejor estilo de la guayaquileña Ileana Espinel. El único epígrafe de este libro es de esta última autora que dice así: Ruedan lágrimas grises en la almohada/ enloquecida por mi sien que sangra.

Hay varias personas que ya estamos trabajando en este libro y algunos otros proyectos para rescatar y sitiar la obra de Carolina Patiño donde merece estar, entre las más logradas y valiosas de los nuevos poetas de este país. Ya tengo la aprobación de sus padres así que como un adelanto del libro que vendrá, aquí seleccioné siete poemas de este futuro libro:



MUÑECA DE PORCELANA

a Carmen Váscones

Suenan infernales campanas de escuela
y yo entre viva y muerta me tambaleo.
Mientras el reloj de arena rojo
y mi terrible aragnofobia creen que estoy rota,
pues lo estoy;
como esa muñeca de porcelana
a la que le arranqué los ojos.



CAJA DE RECUERDOS

¿Dónde se ha ido mi espíritu?
creía en todo lo que conocía
y ya no me acuerdo de mí
dulce caja de recuerdos
que me mantenía a distancia de la locura
que me pierde cuando me encuentra
ahora que me he mirado al espejo por horas
ruego que se corte mi pacto con la vida
ya sangré respiré lloré suficiente

¿me puedo rendir ahora sin mi sombra?



NO MÁS SANGRE

Tú no te acuerdas de mí pero yo sí
y ahora que despierto
puedo decir que creí en ti
pero ahora decido con qué soñar
ya no me cazan
ya no corre mi sangre en las noches.



FUTUROS HIJOS MÍOS

Aliméntense hijos de mis entrañas
llenos de antidepresivos drogas alcohol y muchos somníferos
duermo en los días y en las noches despierto por más dolor
Mi masoquismo ha llegado lejos
los quiero en mi vida pero los mato de a poco

Y yo solo
lo siento...



PAYASOS

Payasos en blanco y negro
vienen a jugar conmigo
por las noches
me persiguen
como lobos hambrientos
de sangre
y me clavan sus estacas calientes
en la espalda
mientras ya no puedo más.



VIDRIOS ROTOS

Cada vez que te beso
siento vidrios rotos
y sé que no estoy durmiendo
esto no es lo peor,
tú desapareces
y tus labios aparecen más abiertos
comiéndome desde los pies.



ADIÓS

Tan cansada de estar aquí
con todos estos miedos sin infancia
me voy sin perdurar
sin lograr que voltees por mí
sin lograr que enciendas la luz
sin lograr que abras tus ojos
el dolor tan limpio no sostendrá tu mano
demasiados espejos
descuelgan tambores en mi funeral.

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