sábado, 18 de mayo de 2024

Carmen Berenguer (1946-2024)

 


Como el mejor homenaje es leer a nuestros poetas: en el portal Memoria Chilena podemos leer cuatro libros de la poeta chilena Carmen Berenguer, recientemente fallecida:

Bobby Sands desfallece en el muro

A media asta

Naciste pintada

La casa de la poesía


viernes, 17 de mayo de 2024

ARQUEOLÓGICAS I (José Carlos Sánchez-Lara)


 





                                            (1440-1479)

Estar aquí, mañana muerto.
Clavija entre las tuercas
del tiempo y el rugido

Yo me llamo Manrique. Yo me nombro
legión como los hombres
que ayer fueron y hoy son cosas.

Nadie sabe qué cumple un círculo
de simulación y verdad.

Palabra, clavo
para el rostro.









(VIII a. C.)

Encontraron al poeta H. O se encontró (intersección entre escritura y fin) algo semejante a H.

Se va a acabar, dijo y tragó el cloruro. Estómago comprime (pim, pam, pum) cual martillo inflama un cráneo.

Ver a H blandir su bilis, sostener báculo, caer. Reordenar existencia consagrada a la erosión.
Muerte de ciclista por contravención: ah la roja colera de Zeus.

Atascado entre goznes de esa Ilíada, refractaria a rescribir. 




(1912-1979)

Estoy harto del barroco y el mantel.
Harto del purista de oración mimética.
Yo trompo calcinado entre los blúmeres.
Yo libro de veneno en el vocablo Pan.

Yo lámpara fundida por reconstrucciones.
Yo piojo entre los tigres de corbata
Yo espiga en la manquedad del verbo.
Yo perro en perritud de sífilis.










(1926-1967)

John Coltrane se drogaba como un perro
para asistir oblonga maquinaria.
Los hilos de aliviar su cineraria
cortada en si bemol, saxofón de hierro.

Aquel niño de luz, aquel daguerro
tipo de esclavo en la ciudad-pantano
movía sus diez llaves con la mano
y claveteaba instantes con un puerro.

Así la sombra en celo le extraía
un ojo. También otro. E inmediata
mente engullía sol, engullía nata

en algún vaso de licor oscuro.
Era su goce de lo puro, duro.
Era la muerte muerta que dolía.




(1936-1972)

Sangre y caos condimentan mis teoremas.
No hay orden natural. Derriba todo.
Abyecta conclusión de que no hay tiempo.
El hoy está mordido entre porciones
de cáusticos ayeres y mendrugos.
Sitiado entre dos cuerpos sin mitad.
Poesía te anula. Poesía te sustrae.
Poesía, tenedor del prójimo.
Piedra que falta para deslizar un puente
sobre el agua inmóvil de las neurastenias críticas.

(No esperes otra cosa que epitafios).









(1908-1984)

Y nada puede inferirse del viejo zorro, sino esa matemática enemiga de un país.

Observaba minucias, canalillos, gestos ocultos tras polvo de negociaciones, torpezas de hombres que trepan gestorías.

Ficciones u observatorios de lenguaje, sin constituir la sorpresa que requiere el fondo, según ha examinado el discípulo Ron Silliman.

Poesía análoga a la pintura de Rosenquist. Ajena al artificio y polémicas de turno, recogidos en surcos de la depresión, el maldito año 39.

Francotirador hacia una realidad por la mira (oscura) de toda realidad, hasta absorber su claridad limítrofe.

Viejo perturbado que decía: No alterar los puntos ni crueldades urbanas. Jamás produciremos otro hombre cuerdo.

Odiador de palabras. Nos enseñaba a corregir a Pound y su notable carencia de modernidad. O como Williams: Presentar del material, no teologías, circunstancia.

Y al objeto: hilo lunar, cuestión política. Partes de una búsqueda económica, si la tradición se ha fracturado, dejando huesos, jurisdicciones que evaden su representación.

Aunque el discípulo Silliman nos habla del influjo de la página, porción que la escritura pudiera destruir por el ojo-seco del observador.










(1844-1900)

cuando dé la noche
en el psiquiátrico
diré tu nombre con un fósforo

poseída entre vacas rojas
eres más
que el petardo- muerte

te cobijo en mi memoria-túnel
te doy leche de amnistía
te despojo de ciencia y fe

cuando dé la noche
en el psiquiátrico
donde se vuelve al mundo en cajas

a los quince
la violé en su lecho
me comí sus tetas
puse sarro en su conducto anal

esa mujer mató la poesía
y se volvió el teorema
que vigila al farol de Bismarck

eso está escrito
en las olas
de la oscuridad con perros

oh noche
en el psiquiátrico
donde los hombres son abortos

oh reja
de forenses


Basilea 1891










(1894-1968)

Diez de septiembre. Pronto se ha hecho tarde.
Mi zona de morir, mi pandemonio.
Ni suero ni etanol ni testimonio,
mi luz metaforal que en sombras arde.

Diez de septiembre. Bajo de estas losas
oculta oscuridad, remiten voces,
pasados sin ayer, profundas toses.
El alma de Winétt y de las cosas.

Diez de septiembre. Escribo este soneto
un martes del horror analfabeto,
ya calvo, irregular, ya verde olivo.

Septiembre del volver avizorantes
al tiempo de después repetitivo.
Al tiempo donde el hoy es nunca y antes.









(1896-1948)

Tuviste razón al quemar los dioscuros
que martirizan el lenguaje.

De trepanar simbolistas en tus pánicos.

De zambullir los sueños del Mexcal.

De odiar a Dios y sus psiquiatras.

De enloquecer en catacumbas del Tarot.

De sufrir en los rojos manicomios.
De excomulgarte de la vida.

Tu profunda cirugía al cuerpo del poema,
tu cortada caliente en la cara del francés,
te otorgan Nobel de la luz mundial.

Tuviste razón, Antonín Artaud.
A palabras reluctantes, no fue a morir tu insurgencia clara.

¡Sale del volcán!

(remake)




José Carlos Sánchez-Lara (Cienfuegos, Cuba, 1969). Poeta, narrador. Tiene un libro premiado en concurso nacional, publicado en su país de origen (Regiones, Premio Nogueras, 2003). Textos suyos han aparecido en revistas cubanas, norteamericana, suramericanas y del Caribe. Ha representado a su país en dos Festivales internacionales de Poesía. Impartió los talleres de literatura “El Caso Monterroso” (micro-narrativa) para alumnos de la UPR; y “Texto y Objeto” (poesía objetivista). Ha enseñado arte en The Glenda Kotchish Artworks. Actualmente enseña de manera privada, en un Art Center en la ciudad de Concord, California.

domingo, 12 de mayo de 2024

Cinco poemas de Karuraqmi Puririnay




PURGAR

Busco el olvido,
ese dulce naufragio
donde puedo esconder el dolor
y
ocultar a la calandria
que susurra todas las noches
sus penas en mis oídos.




TEJIDA Y DESTEJIDA

De tanto ver a mi madre tejer chompas y medias, me hice hilo para estar siempre entre sus manos, en ellas me extendía infinitamente como puente hasta el cielo.
Los lunes me hacía ovillo y rodaba por las inmensas chacras hasta llegar al Huaytapallana. Ahí sumergía una hilacha de mí en lo profundo de la laguna, entonces la sirena lo tomaba y amarraba con ella su larga cabellera, evitando que el cabello caído termine en el puchero de la comunidad.
Los domingos por la madrugada mientras dormía, cogía las madejas enmarañadas de mi corazón, las desenredaba y me tejía un muñeco con el rostro de algún padre solo para acompañar mi incertidumbre, después por las noches lo destejía.
Tantas veces fui hilada y deshilada, que aprendí a tejerme a mí misma.




ALZHEIMER

Las aves que anidan en el pecho del abuelo salieron a volar esta mañana. Se asustaron al ver cómo el maíz y el trigo le recordaron los nombres de sus hijos. Porque un día de enero su pequeño corazón de maleta quedó vacío, los recuerdos y los nombres en el lavadero se perdieron.




DESDÉN

Nuestra mandíbula
es demasiado grande
para esta boca que no come,
que no grita,
que no besa.
Apenas la risa reconoce
este rostro funerario
astillado de olvido,
de injusticia
y
de hambre.

Nosotros
que conocemos el rostro de la muerte,
sin estar muertos todavía,
vestimos mugre,
bailamos en la orilla de la nube,
oramos en el llanto del chiwaku,
enmudecemos los gritos del estómago
y
de las horas.

Somos
los olvidados de los olvidados,
somos de óxido,
            de sal,
            de excremento y
            de mar,
somos
un pedazo de carne
desheredado de vida.




MUNDO ALTERNO

Si ya tengo la palabra y su piel,
para qué quiero lo demás
me bastan una o dos vocales,
cuatro consonantes
y parirlas con mi boca o con mis manos.

Nombrar con ellas cientos de cosas extrañas,
describir una ciudad, vivir en ella,
obsequiarlas a un anciano
cuando la mudez se atasque en su boca.

Basta nombrarte,
escribirte para que existas;
y escribir, además, a nuestros hijos,
sus nombres y nuestro propio lenguaje,
trazar la tierra
donde sembraremos
y
cosecharemos versos.

Puedo escribirme también
en una hoja de retama,
guarecerme en su vientre desolado,
deshilar el amor
y desterrar el dolor con la palabra.

Escribo “lluvia”
y habito la cordillera
sin ahogarme,
sin mojarme.

Escribo “pueblo”
y nadie tiene hambre ni sed,
somos una pulsión alegre
una vorágine de risas
un puñado de aves que saben a dónde ir.

Palabras
que se abren como un cielo rendido,
que se hacen nido en la garganta,
que se reproducen como arañas,
son volcanes ardientes en el estómago
y escapan por la boca
articulando mi nombre,
el de mi madre y el de mis hermanos.

Entonces es cuando existo,
escribo y existo
me sucedo amparada por la piel de la palabra.



*Selección de poemas: Miguel Urbizagástegui



Karuraqmi Puririnay (Huancayo, 1991). Seudónimo de Emilia Chávez. Es integrante del colectivo “La subversiva”. Ha sido antologada en los libros Poesía Joven Ultimísima – 21 poetas peruanas (Pléyades Ediciones, 2021) y Almandino 02 (Uyay, 2020). Los poemas que presentamos pertenecen a su ópera prima Layqa (Lliu yawar, 2021).

lunes, 22 de abril de 2024

Cuatro poemas de Óscar Perlado

 


DOMINGO 26 DE OCTUBRE DE 2008

Debo decirle
a mi padre
que he perdido 20 soles
suyos.
Que además de no tener
dinero, lo pierdo.
Y no pierdo el mío,
sino el ajeno.
Seguramente seré
un mal hijo.
Él no sabe que
si me dieran dinero
por mis artículos y poemas,
podría pagarle no solo
los 20 soles que le debo,
sino además la luz,
el teléfono, la casa,
su vejez...
no sé si su alegría.
Pero yo, que estoy lleno
de papeles;
que acumulo papeles
pero no los reciclo;
yo, que hago origamis
de palabras;
no los vendo,
los regalo.
Luego de haberlos parido
con tanto esfuerzo,
ofrezco mi vida
en frasquitos de papel
por los que viaja mi sangre
y van a parar en cuerpo ajeno.
Se queda allí
y yo nazco otra vez
de ellos.
Pero por no poder
vender mis papeles
-que tal vez no sirven para nada-,
tendré que decirle a mi padre
que le deberé
eternamente
el dolor de haber sido
el mejor padre
que pudo haber tenido
un poeta
o un miserable.



LO QUE ES EL AMOR EN UN PARQUE DE PORQUERÍA

¿Y qué es el amor
entre tanta desdicha?
Es una flor
que brota
del fango;
una luz
contenida
en tristeza.
Es un fuego que
se crea
con dos cuerpos,
con dos maderos
de miseria
y simpleza.
Son dos ramas pequeñas
abandonadas
en el suelo
que pueden generar
fuego
así no tengan ropas
ni dinero.
Una mujer
y un hombre
van a un parque
a frotarse
entre sí para producir
luz,
para hacer menos
triste un parque;
para oponer
una flor amarilla
al cieno que hay en el cielo.
Un parque no es una plaza
mugrienta,
llena de orine,
de miseria,
de desempleados,
de indigentes,
de ladrones
ni de tristeza.
Es un espacio
donde los hombres
generan luz
frotando dos cuerpos.
Han elegido un lugar
de libertad como eligen
los pájaros el cielo,
para pintar el día
o la desdicha
de un hombre que dibuja
a dos maderos
cuando se juntan
y producen fuego.

Y el hombre levanta
esa antorcha
como símbolo
de vindicación
frente a tanta
tristeza.
Y la pobreza
y los papeles
que no pueden imitar
a un pájaro.
Un hombre y una mujer
pueden producir felicidad
de la nada
y devolverle al mundo
su color;
vestir la pobreza
de la vida
frotando dos cuerpos
en un parque de porquería.




JUEVES 18 DE OCTUBRE DE 2008

                    Para Ana Correa


La señora Chabela
ha escapado
de la vida
para ir a jugar
a la eternidad.
Siempre fue una niña.
Es decir, nunca creció.
Y a pesar de que tuvo
tres hijos,
nunca fue mujer.
Y como nunca aprendió
a jugar con los grandes,
se aburrió
y se fue de la vida
por un túnel oscuro
que no se sabe
a dónde va.

Han querido ir
detrás de ella.
Al lugar donde
sólo van los ángeles.
Será feliz jugando
en la eternidad,
donde sólo hay espacio
para los niños
(así hayan tenido hijos).
Ella ha dejado
de sufrir como mujer.
Ha dejado
su cuerpo roto
sobre su lecho roto.
Todos lloran su cuerpo
y nadie a su niña.
Hay que alegrarse
por la niña Chabela,
que ha logrado
escaparse de la vida
para jugar
eternamente
con celestes.




EL PÁJARO

Hay un pájaro negro
que se hunde
en el mar.
Había pasado antes
sobre mi cabeza
como una flecha oscura.
Había sido blanco,
claro,
inmenso.
Me subía en él a veces
en momentos
vacíos de tiempo
y llenos de alas.
En el horizonte he visto
perderse a ese pájaro.
Ahora es un vuelo lejano,
un sueño con alas
que se desprende de mí
como si nunca
me hubiera pertenecido.
No sé si tiene un destino
o de dónde vendrá.
Creo que pasó por mis manos
sin ser visto.
O será acaso que
lo monté sin ojos,
sólo por placer
de sentir el mismo
viento que el de los pájaros:
lleno de altura,
de libertad...
¡Qué sé yo!...
Un pájaro oscuro
ha ido a caer ahora
detrás del mundo,
como si la Tierra
fuera cuadrada;
como si fuera a dar
a otro infinito
que no es la vida,
donde no estoy yo,
donde seguramente
van a parar
aquellas cosas que no se acaban
pero tienen un final.
No sé si despedir
o ignorar a ese pájaro.
Sólo sé que con él
se van mi tristeza,
un intervalo
de mis horas.
Como si de mí mismo
salieran a veces
pájaros negros
a morir al mar.
Como si uno viviera
montado sobre pájaros
que luego van
a parar al tacho,
como papeles o recuerdos;
esta vez usados,
manchados,
ya sin ninguna
utilidad.
Como si uno
se deshiciera
de partes suyas
pero muertas,
como las sierpes.
Como si para vivir
uno se deshiciera
de la propia vida.
No sé si para
dejar de vivir
o para decir
que ha vivido.
No sé si para
estar vacíos
o para montar
una vez más,
pájaros,
sin ojos.



* Selección de poemas: Miguel Urbizagástegui


Óscar Perlado (Callao, 1981). Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional Federico Villarreal, donde además formó parte del grupo poético Jade. Ha publicado los libros de poemas Cárcel de palabras (Vivirsinenterarse, 2013) y Grafofilia (Don Juan de Amiel, 2018). Los poemas que hemos presentado pertenecen a su obra Mundo de papel (Editorial Apogeo, 2022).


lunes, 1 de abril de 2024

Cuatro poemas inéditos de Ludwig Saavedra


 

Oración pagana del amor mochilero

 

¿El corazón merece perdón?

Todo el silencio es despiadado

Todo silencio es una playa

De tiempo es esta canción entre las rocas

Asediadas por las olas

Hecha trizas la canción

De tiempo en esquirlas

Y dice así:

No sufriré nunca por amor

Por amor solo seré dichoso

Iré a conciertos    encenderé fogatas   y joins

Limpiaré todas las lagunas    todos los ríos

Bailaré   probaré platillos insólitos

Pero no sufriré nunca por amor

Seré

Como

Un

Tunantero.

 

 

  

Oración pagana para mi nera

 

Nerita las formas de diluirse el tiempo

Este sueño precario de los días

Que como un regalo inmerecido se abre

como un jardín de destellos sobre el mar

Me aterra a veces

Pensar

Que el tiempo fluyendo y tú en las alturas

Que soy un tipo tierno y solitario

Y que eso hace que me saborees agridulce

Que me he quedado en medio del sol

Sobre la arena como una roca:

a) Escribiéndote este verso

b) Solo por saber si el incendio que llevo conmigo

se siente diluirse como el tiempo

en medio del fragor del sol en la playa desierta

 

Una gentil brisa muy suave y fresca

Empieza a fluir

Y parece el sentido del poema

 

Y parece venir de tu risa

Criatura del sol.

 

 


Oración pagana en lugar de adiós

 

“Todos los escritores son unos cerdos. Especialmente los de ahora”  

Artaud

 

Sonríes como los árboles dan aves al vuelo

O la herida verso

Olas invisibles   frías mareas que vagan intermitentes por las calles del Centro

y forman delicados remolinos de furia en Plaza San Martín

y te levantan la falda y desordenan tu peinado más de lo que suele estar

Mis amigos chillan en rap   yo hago una reverencia al silencio

Estoy enfermo o será que amo la exacta velocidad de la miel de tu vida resbalando por mi cuerpo

O será que amo la yegua blanca que te traes galopando en el aroma magnético de tu cuello

Pero en verdad lo que amo es la libertad  y por eso   amo la música  tu baile

Y a veces   la poesía

Detesto no hacerte un rap más crudo  algo recién matado

Por hienas por ejemplo

Hienas sonrientes que ronronean en tus manos

Y no sé si las hienas ronronean

Y no sé si tu ronroneaste cuando estabas hecha marea y orilla

Pero ninguna rima es virgen

Ahora lanzo

Mi amor al río Rímac

Para que sea combustible  y abrigue a los clanes de pasteleros y gallinazos

Quizá más de tres noches.

 



Oración pagana

 

La precariedad de las cosas conserva el mismo atractivo de siempre

Es misterioso todo bien mirado      en insomne vigilia

Todo es misterioso

Porque el espectro fluctúa entre el amor y la muerte

Todo misterio

Todo ronda

Todo quebrado   trizas   fractal

 

El acto de pulir palabras   vasijas 

De barrerlas  hojas secas

De contarlas  granos de arena

De mirarlas  insectos terribles vibrando en la hoja en blanco

Como un animal antediluviano añorando atardeceres frente a un holograma táctil

O quizá un águila inmóvil volando en la realidad virtual con esas gafas ventanas puestas

Todo fractal trizas quebrado.

 

 


Ludwig Saavedra. Juanjuí, Perú, 1985. Orillas del río Huallaga. Creció luego en el puerto de Chorrillos en Lima. Estudió exitosamente Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Menciones honrosas en concursos distritales Mar del Sur y Prima Fermata Literaria de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas. Ha publicado las plaquettes de poesía: Florece, 2009. El mar de vinilo, 2015; ambos con el sello Paracaídas editores; los poemarios Los arrecifes, edición cartonera a cargo de Amaru Cartonera, Hartado de sonidos con el sello cusqueño Kunha y Al pie de la explosión con Octaedro, 2017 y 2018 respectivamente. Ha participado en diferentes festivales de poesía, ferias de libro, en Perú, Ecuador, Chile, Bolivia y el norte argentino, entre estos el Poquita fe de Santiago de Chile, el Festival internacional de poesía de Lima, el Festival de Poesía Enero en la palabra de Cusco (Perú), Feria de libro de Arequipa (Perú), Feria de libro de La Paz (Bolivia), Festival de Poesía de Pucallpa (selva del Perú), Feria del libro de Huancayo (ande del Perú), Festival de poesía Kanibal Urbano de Quito (Ecuador), Festival de Poesía Sumergible de Jujuy (Argentina), entre otros festivales y ferias de libro. Ha dictado talleres de libros cartoneros, participado y organizado recitales y conferencias de poesía. Su trabajo está publicado en diversas páginas y blogs de poesía en la web, como Libélula vaga de Cuba-Suecia, Ablucionistas de Venezuela, LP5 de Chile, Cinosargo de México, Círculo de poesía de México, Nueva York Poetry de Estados Unidos, Altazor de Chile, entre otros. Ejerce la declamación de poesía itinerante, la docencia de Literatura y Lenguaje, es librero, editor del sello Huachumera editorial y la Revista Latinoamericana de Poesía Obayareti. Prepara tres nuevos libros. Acaba de publicar la plaquette poética nombrada Free style, con el sello Huachumera editorial y Lliu Yawar de Huancayo; la cual ha sido presentada en la Feria del libro de Arica, Chile y en la Feria internacional del libro de Chiclayo. 

viernes, 29 de marzo de 2024

Siete poemas de Fray Luis Valle Goicochea OFM

 

Fr. Luis Valle Goicochea es el cuarto, de izquierda a derecha, en la fila de a pie.
Fuente: Libro Poemas franciscanos.   



A CRISTO ENCLAVADO

Brama, figura del deseo,
símbolo inefable de mis ansias...
ya nada tengo, soy el otro,
el de las soledades largas...

Llamé a las puertas de los hombres,
mendigué un poco de ternura,
fui uno, aquel esperanzado
que hace silencio de su angustia.

Mas, si la tierra y los humanos
en mi esperar nada pusieron,
Tú, Jesús Amigo, hablaste al alma;
y lo hiciste con acento nuevo.

Fue desde la cruz y en la congoja
que por el mundo padecías...
Un don de lágrimas promete
hacer mi soledad tranquila...

Tú llegarás a mi deseo,
a su tortura, como lluvia
de paz o nuevo don de lágrimas...
¡Será para no irte nunca!

De que te tengo Jesús mío,
o he de tenerte, estoy seguro...
Pueden ahora darme hieles:
y ser el dolor, aun más rudo.

Pues ya soy el otro, quien espera
en Ti tan sólo, no en el mundo...


                    (de Revista Ensayos, número 38, 1944)
 

Fr. Luis Valle Goicochea sentado al centro del grupo de franciscanos
en una visita en Arequipa. Fuente: Poemas franciscanos.


AL OÍDO DE MI SERÁFICO PADRE

Ahora soy un niño tembloroso,
el alma llena de inefables cosas
mas ni una acierto a referir, mi propia 
felicidad me azora.
El niño soy en un regazo nuevo
pero entrañable, oh Padre San Francisco,
no esperaba esta dicha que me abruma,
don tan grande me agobia. Padre mío.

Me aturdo como un niño que de pronto
ve llegar mil presentes adorables:
no caben todos en sus brazos, mira
incrédulo y feliz a todas partes.

Como el niño a su padre a ti me acerco,
para contarte todos mis secretos:
un rayo de tu luz hay en mis ojos
y un soplo de tu espíritu en mis versos.

Soy ahora un rapaz con el deseo
de tal pureza que replica al cielo,
un pequeño sin sombras en el alma
que se pone a jugar con tu recuerdo;
el rapaz que traía muchas cosas
para decirte y cállase de pronto
y respirando anhelo abre fantásticos,
muy grandes, contemplándote, los ojos...

                (de Tema inefable)




PROFESIÓN

Padre: tengo mi dicha en la pobreza
y un gran amor, aquel que has escondido
en este corazón inmerecido
colmándolo de paz y de belleza.

Francisco de Asís, yo te descubro
el tesoro infantil de mis secretos:
ninguna aparto, Padre, ni una encubro
de las cositas de mi reino inquieto.

En no tener tengo yo mi riqueza,
tengo mi propia desnudez vestido,
y un gran amor, aquel que has encendido
como custodio fiel de mi pobreza.

                (de Tema inefable)





PLEGARIA A SAN FRANCISCO

Padre San Francisco, es bajo tu signo
que me pongo triste por el ave herida…
Santo Padre mío, no me siento digno
de los claros dones que das a mi vida.

El árbol que sufre por los leñadores,
el agua que enturbian manos de rapaces,
hacen mi tristeza, causan mis dolores…
Hago lo que hacías y haré lo que haces…

Hago lo que hacías: me doy en amores
y claras ternuras… ¡Hago lo que hacías!
Los de mis hermanos son mis sinsabores,
son las de los otros, mis tristezas pías.

Y todo en tu nombre, dulce y pensativo,
La flor que dimana perfumes de Cristo:
En tu nombre sueño y en tu nombre vivo,
¡tú lo sabes, Padre, porque tú lo has visto!

Padre, haré lo que haces en tus hijos santos
que cuidan temblando tu blanca memoria,
dando su esperanza, curando quebrantos
y haciendo la gloria de Cristo tu gloria.

Padre, haré lo que haces en tus hijos fieles
que al seguro alero ceñidos del templo,
silenciosamente prodigan sus mieles
al secreto impulso de tu bello ejemplo...


                (de Tema inefable)




LAS COSAS Y YO

Silencio adormido
en la tarde cándida.
Urde la dulzura
una paz tan casta,
sencillez tan pura
la tarde devana,
que yo me sonrojo
si miro a mis ansias.

(Crisoles de fuego,
crepitantes llamas,
Ángel de Isaías,
quemad mis palabras.
Devolvedlas luego
ya purificadas...)

Abrasa mis labios,
Caridad hermana,
tu rojo delirio
prende en mis entrañas,
en amor de Dios
incéndiame el alma.

La tarde apacible, apacible,
frágil la distancia,
luz por todas partes
y el cielo sin mancha.

La fuente cantando
y en la fuente el agua,
temblando de gozo
oigo que me llama.

Me acerco, me miro
en su linfa clara,
y el rubor de nuevo
vuelve y me anonada.

                (de Tema inefable)





SATIS

Basta que el Señor me mire
y que mi lengua te alabe;
viéndole al cantor expire
en sus loanzas acabe.

Otra dicha no comprende
el alma siempre suspensa:
otra palabra no entiende,
cosa diversa no piensa.

Otra cosa que no sea
aunque mínima, loor...
recreo que la recrea
y recrea a su Señor.

Y mi esperanza está en Él
que es sosiego y fortaleza,
dora mis versos su miel
y yo canto su belleza.

                (de Tema inefable)




RESIGNACIÓN

Dame el sufrir, si ya llegó la hora:
Me doblego a las pruebas que me envías.
¡Contempla con mirada bienhechora,
Señor, la tala de mis alegrías!

De mi panal tomad todas las mieles:
Nada me importa si Su amor me mira.
Unten mi boca merecidas hieles,
nada me importa si Su amor me inspira.

Brioso torcedor, dolor avieso,
Nada me importan, ni menguada pena.
¡que en el amor de Dios yo voy ileso
como la abeja fiel en su colmena

                (de Tema inefable)


Luis Valle Goicochea. Rinono y Papagil. Lima: Ed. Colmillo Blanco, 1989.


Luis Valle Goicochea (La Soledad, Parcoy 1910 – Barrios Altos, Lima 1953). Poeta, escritor de literatura infantil, narrador y periodista. Estudió en el Seminario de San Carlos y San Marcelo en Trujillo. En 1929, abandona los estudios. De esta época son sus columnas periodísticas conocidas como "Hilvanes" para el periódico La Industria. Poco tiempo después, se traslada a Lima y publica, con la ayuda de Enrique Bustamante Ballivián, su primer poemario Las canciones de Rinono y Papagil. En ese mismo tiempo, frecuenta El Círculo del duende, que es integrado por José María Eguren, entre otros personajes. En 1934, sigue estudios de Letras en la Universidad Católica. Al parecer por estas fechas empiezan sus problemas con el alcohol a la par que continúan sus colaboraciones periodísticas en diferentes medios escritos. Entre 1943 y 1945, el poeta fue fraile franciscano: "Ingresó como novicio en el Convento de San Francisco de Lima en 1943 para luego trasladarse hacia el Convento de San Antonio del Cusco, más conocido como La Recoleta, donde Valle cursó estudios de Filosofía y Teología en el llamado Coristado franciscano. Academia Scoto" (Poemas franciscanos de Fr. Luis Valle Goicochea OFM (2011), investigación realizada por Fr. Abel Pacheco Sánchez OFM (director del Archivo San Francisco de Lima) y el periodista Lic. Nivardo Vasni Córdova Salinas, 9). Entonces, tenemos que esta etapa de su vida es un retorno al camino espiritual, donde escribe obras poéticas como Tema inefable, Jacobina Sietesolios (1946), que se basa en la etapa final de la vida de San Francisco de Asís y poemas publicados en revistas franciscanas como Ensayos. En 1945, el poeta se instala en Arequipa y también prosiguen sus artículos periodísticos con el diario El deber, que dirige un fraile mercedario. Regresa a Lima en 1948, donde trabaja en la Biblioteca de Letras de San Marcos, colabora en El Comercio. En 1950, aquejado por una débil salud producto del alcoholismo pasa sus días en el hospital Hermilio Valdizán. A sugerencia del psiquiatra Humberto Rotondo, el poeta escribirá para paliar sus crisis, son las cartas dirigidas a Esther M. Allison y que son conocidas como "Diario de Hospital". Se trata de su lucha contra el demonio del alcoholismo. En la mañana del 13 de agosto de 1953, el poeta es encontrado moribundo, debajo de una banca, en la plaza Italia de Barrios Altos. Tal vez había sido arrollado por un automóvil. Fue conducido a la morgue.
    Poemarios: 
- Las canciones de Rinono y Papagil. Lima 1932. Compañía de Impresiones y Publicidad.
- El sábado y la casa. Lima 1934. Compañía de Impresiones y Publicidad.
- La elegía tremenda y otros poemas. Lima 1936. Compañía de Impresiones y Publicidad.
-Parva. Trujillo 1938. Imprenta Blondet.
-Paz en la tierra. Lima 1939. Compañía de Impresiones y Publicidad.
-Miss Lucy King y su poema. Lima 1940. Compañía de Impresiones y Publicidad.
-Jacobina Sietesolios (Últimos momentos de San Francisco de Asís). Cuadro dramático en verso. Arequipa 1946.
- Obra poética. Lima, 1974. INC. Suma a las anteriores publicaciones: Sal, 1939. Amor acecha, 1939. Marianita Coronel, 1943. Tema inefable: Cusco-Arequipa, 1945 y Poemas sueltos.
-  Al oído de este niño. Lima: Los Reyes Rojos, 1984.
- Rinono y Papagil. Lima, 1989. Colmillo Blanco. Recoge: Las canciones de Rinono y Papagil, El sábado y la casa, Al oído de este niño (1943-1944, según Jorge Eslava en la ed. del INC se le tituló como Marianita Coronel. Versos para niños) y El naranjito de Quito (prosa, 1939).
- La pared torcida. Poesía completa. Ed. Jorge Eslava. Lima: Universidad Alas Peruanas 2005.
Poemas franciscanos de Fr. Luis Valle Goicochea OFM. Ed. de Fr. Abel Pacheco Sánchez OFM y Nivardo Vasni Córdova Salinas. Lima, Rimactampu-Ed. Urgentes, 2011. Recoge los poemas publicados en revistas franciscanas y una reedición de Jacobina Sietesolios y una antología de Tema inefable.

Otros libros:
Los zapatos de Cordobán. Escritos en prosa (1928-1949). Ed. de Luis Valle Cisneros y Chrystian ZegarraSan Marcos. Lima, 2012.
Hilvanes: Poemas y Crónicas (1926-1952). Ed. de Chrystian Zegarra. Hipocampo Editores. Lima, 2012.

jueves, 28 de marzo de 2024

Cinco poemas de Esther M. Allison


Retrato de Esther Margarita Allison Bermúdez,
profesora de la Facultad de Educación de la PUCP.
Fuente: Esther M. Allison [fotografía]    (pucp.edu.pe)


La barca

Cuando venga la barca,
he de dejarlo todo...
Mis pájaros, mis flores,
no subirán a bordo...
Estrictez de la regla:
se viaja solo...
Y la carne y la sangre
también acatan el expolio.
Quedarán en la tierra...
Mas nada puede despojar al alma
de sus tesoros.
Porque son ella misma
sus pulsos recónditos.
Su propia esencia.
Su perfil propio.
(¿Desnuda de equipaje?...
No, Antonio...)
mis lágrimas, mis gozos.
Mi amor, en fin, una palabra
para decirlo todo...
Porque vendrán conmigo
Yo no soy mi estatura
ni mi rostro.
No soy esta nevada de otoño.
Ni estos labios sin rosas
ni estos ojos rotos.
Ni estas manos, moteadas
como hojas secas, de oro.
Ni estos pies, extenuados
entre sismos y escollos.
Yo no soy, yo no soy
esta carga de agobios.
No me limita el tiempo.
No me fija contornos.
Soy mi espíritu, libre
de circuitos mortuorios.
Y es lo mío, en mi espíritu,
inaccesible a robos.
Soy mi espíritu, exento
de asfixias y de escombros.
Mi amor irá conmigo.
Y eso no es estar solo.
Y aun comanda la nave
Capitán que conozco.
Capitán de mi vida,
mi dulzura, mi apoyo.
¿Ir, con miedo, a sus brazos?
¿Serle niño medroso?...
En amor, ¿desconfianzas
y recelos y azoros?...
¡Si Él no anuncia el ocaso,
sino el orto!
No el fin, sino el Principio.
Yendo al beso, ¿el sollozo?
Y en la barca los dos.
Ni sola yo, ni Él solo.

           
            (de Preparación de la ceniza




Alba lírica

    ¡Mas es mía el Alba de Oro!
    Rubén Darío

Alba lírica, alba de oro,
alborada diamantina
quisiera yo que tú fueses,
alborada de mi vida.

¿Cómo poder convertir
mis cantos en poesías?

¿Y cómo dar a las blancas 
y silvestres margaritas
una fragancia que no 
le ha sido concedida?
¿Y cómo ser ruiseñor
si se nace golondrina?
¡Ah, corazón! ¡Si vivieran
las buenas hadas madrinas
que todo lo transformaban
con su encantada varita...!

Entonces... en un minuto
todo, todo cambiaría.

El aroma de los lirios
las margaritas tendrían, 
y romperían en trinos
Sublimes, las golondrinas
Osea, que mis canciones
podrían ser poesías.

Pero las hadas han muerto
y el país de Maravillas
no sé sabe dónde queda...
ni el lugar en que existía.

Y en la tarde moribunda
yo me quedo pensativa...

¡Mas los laureles del triunfo
los lograré por mí misma,
tornando en flor de verdad
el sueño azul de mi vida!

Para decir cuando muera: 
"Alba de Oro!, ¡Fuiste mía!"


            (de Alba lírica)  

Número especial de la revista La Manzana Mordida
dedicado a la poeta


Tea

No te acerques a mí, porque te quemo.
Soy flor de hoguera transformada en vida,
y si me tocas sentirás mi herida,
ese amor vivo de abrasar supremo.

Abrir llaga en Tu mano es lo que temo,
que estoy en el amor enardecida,
y en dulce y lento arder se va mi vida,
con la esperanza de tu incendio extremo.

Dulce y lento morir de cada instante
en pequeña centella fulgurante,
pequeña flor perfecta y encendida...

Prende en tu amor mi puro amor de hoguera,
y si en tu beso me consumo entera,
¡muera en Tu fuego el fuego de mi vida!


                                 (de Alleluia)


Alba triunfante: juicios sobre Alleluia de la Dra. Esther M. Allison.
Autor: Arnaldo Pedro Parrabère. Editado en Montevideo por Florensa y Lafon en 1947. 


Poema 4
Relación de tu muerte

Sencillamente te di mi muerte
y te arrojé, ya muerto, al mar.
Flotaste apenas, pero inerte, 
y n i hubo tiempo de llorar.

Nueve puñales fueron. Nueve,
más que de acero, de final.
Unos de noche, otros de nieve...
Todos se hicieron de coral.

La dura piedra de la ausencia
les afiló la soledad
y cada cual con propia urgencia
buscó en tu pecho cavidad.

Tiempo aguzado en herramienta
para el frenético desmán,
en impetuosa cornamenta
y en engarfiado gavilán

Chorro por chorro, gota a gota,
ya por lo fiero o por lo rapaz, 
supo tu sangre la derrota,
exprimidísima torcaz.

En nueve hielos, nueve sombras,
se fue agotando tu raudal,
y corazón ya no te nombras,
porque eres ya muerte plural.

Te me tornaste en enemigo: 
yermo delante, abismo atrás...
Si no la sed, el desabrigo...
Siempre el dolor, y nada más.

Y aunque ahora es rojo vacío
lo que antes fuera tu lugar
y me quedé sin lo más mío, 
te hube por eso de matar.

Un estertor...
Un calofrío...
Luego, ni tiempo de llorar.


                    (de Relación de tu muerte)
  
Esther M. Allison: una poeta peruana en Monterrey: libro de Leticia M. Hernández
Martín del Campo. Publicado en Ciudad de México por Oficio en 2008.


NO SÉ QUÉ, NO SÉ CÓMO, NO SÉ DÓNDE....

No sé qué, no sé cómo, no sé dónde,
No sé cuándo, no sé, pero es tan claro
que a todos los misterios que acaparo
les conozco la cifra, aunque se esconde.

Por más que cada enigma se me ahonde
para aún más ahondarme al desamparo,
cada fin anticipo a su reparo
aunque si indago no se me responde.
No sé qué, no sé cómo, no sé cuándo...
Ay incógnito amor, clave ocultada!
Pero todo lo sé de contrabando.

En cada vez que le pregunto, en cada,
sólo el silencio, sigiloso, blando...
Pero todo lo sé sin saber nada.


* Los poemas "La barca", "Alba lírica" y "Poema 4. Relación de tu muerte" provienen de la tesis de maestría "Acercamiento a la vida de Esther M. Allison y a sus tres primeras obras publicadas", de Leticia Magdalena Fernández Martín del Campo. Universidad Autónoma de Nuevo León, 2003.  
** Poema "Tea" extraído de la antología Poesía peruana del siglo XX (Tomo I), de Ricardo González Vigil. Lima: COPÉ, 1999.  

Fuente: Protestante Digital

Esther Margarita Allison Bermúdez (Huacho, 4 de noviembre de 1918 - Lima, 4 de noviembre de 1992). Poeta, escritora de literatura infantil y periodista. Estudió pedagogía en la Universidad Católica del Perú, donde ejerció la docencia. Su poemario Alleluia fue distinguido con la Medalla de Oro de la Municipalidad de Lima en 1947. En 1962, se le concedió el Premio Nacional de Literatura por su obra de teatro La hoja del aire, editada por la Universidad de San Marcos, siendo premiada también ese mismo año en los Juegos Florales Eucarísticos Hispanoamericanos de Toledo, España por Villancicos para el cenáculo. Desde 1968 se instaló en Monterrey, México. En 1984, retornó a Lima. Ricardo González Vigil considera la poesía de Allison tan valiosa como la de la propia Gabriela Mistral o Juana de Ibarbourou. Sin duda, Esther M. Allison es una de nuestras más grandes poetas místicas. Poemarios:  Alba lírica (Lima, 1935), Alleluia (Lima, Rímac, 1946), Asumpta est María (Lima, 1950), Himnos eucarísticos marianos (Lima, 1954), Relación de tu muerte (Monterrey, Sierra Madre, 1961), Villancicos para el cenáculo (Toledo, 1962), Mester de niñería (Lima, 1965), Antología poética. Presentación de Joaquín Antonio Peñalosa (Monterrey, 1967), Florerías (México, Sierra Madre, 1968), Cancioncillas morenas a Guadalupe (México, Impresora Patria, 1976), Amor y mar (México, 1976), Lectura de hoy (Monterrey, Sierra Madre, 1977), Treinticuatro sonetos en honor de Juan Pablo II (Monterrey, Eds. al Voleo, 1980), Sámaras (Monterrey, Instituto Tecnológico  y de Estudios Superiores de Monterrey, 1981), Pajaritos en Belén (Monterrey, 1982), Indiana morenez (En la elevación de Juan Diego a los altares) (Monterrey, Eds. de Caminos de Luz XET, 1990). Entre su obra inédita se encuentran los poemarios Inolvido del ángel (1987), Reverberos (1987) y Preparación de la ceniza (sin fecha conocida).  

Carmen Berenguer (1946-2024)

  Como el mejor homenaje es leer a nuestros poetas: en el portal Memoria Chilena podemos leer cuatro libros de la poeta chilena Carmen Beren...